miércoles, 27 de marzo de 2013

EJERCICIO 2.BODEGÓN EN RELIEVE

Definición de Relieve:

El relieve es la técnica escultórica en la que las formas modeladas o talladas resaltan respecto a un entorno plano. A diferencia de las esculturas de bulto redondo (que se esculpen reproduciendo su relieve o profundidad natural), los relieves están integrados en un muro, generalmente, o en caso de ser arte mobiliar, al soporte que los enmarca.


http://es.wikipedia.org/wiki/Relieve_%28arte%29

Labor o figura que resalta sobre el plano. || alto ~. m. Esc. Aquel en que las figuras salen del plano más de la mitad de su bulto. || bajo ~. m. Esc. Aquel en que las figuras resaltan poco del plano. || medio ~. m. Esc. Aquel en que las figuras salen del plano la mitad de su grueso. || todo ~. m. Esc. alto relieve. || poner de ~ algo. 
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Bajo relieve
Medio relieve



Alto relieve



Para realizar el siguiente ejercicio, es necesario preparar la superficie sobre la que vamos a trabajar, lo cual se explica en ESTE ENLACE

Objetivo: El presente ejercicio de relieve es de un nivel un poco más elevado en el proceso del modelado en arcilla, ya que requiere la identificación y evaluación de planos, composición e interrelaciones que se desarrollan entre los elementos que componen el bodegón, para que puedan ser plasmados de manera acertada, además de la aplicación de conceptos tratados anteriormente como textura y volúmenes.

 

Como en ocasiones anteriores, antes de iniciar con la elaboración de la figura en arcilla, es necesario detenernos un poco en la observacion del referente, al que por supuesto acudiremos durante todo el proceso.


Además del referente real, realizaremos un primer acercamiento al Bodegón, a través de un dibujo, el cuál nos será de gran utilidad para identificar las características básicas de los elementos del bodegon, es decir, cuales son las figuran geométricas en las que podemos circunscribir cada uno de ellos (cilindro, esfera, cubo), que interrelaciones o interacciones se generan entre ellos (¿los elementos se tocan? ¿Se superponen? ¿Existe distanciamiento entre ellos? ¿Diferencias de tamaño? ¿De posición u orientación?) y -muy importante- la perspectiva que tiene cada una de las figuras.

El dibujo realizado será la guía a partir de la cual llevaremos a cabo el relieve en la arcilla. Para ello, lo ubicamos sobre la superficie de trabajo ya preparada. En este punto, podemos corregir algunos problemas de encuadre o manejo del espacio que podamos haber tenido en el dibujo (en este caso, la botella se sale del papel, por lo que ubicamos la composición un poco más abajo sobre la arcilla, de manera que podamos agregar la parte faltante de la botella)


Con el dibujo ubicado, utilizamos un lápiz u otro elemento con punta roma, para repasar la imagen que dibujamos e imprimirla sobre la base de arcilla.

A partir de allí, podemos empezar a aplicar la arcilla, siguiendo las lineas del dibujo, para empezar a dar relieve a la figura. Para ello, iniciamos con el objeto del bodegón que está más cercano al espectador, pués éste será el punto más alto del relieve y definirá la pauta para la altura de las demás figuras.
En este caso, el elemento más cercano es el borde de la tabla sobre la que se ha puesto el bodegón.

 

Cuando hemos aplicado la arcilla suficiente para darle la altura deseada a este primer elemento, espezamos a definir su forma. Como la tabla es recta, usamos un elemento recto (como puede ser la segueta con la que preparamos a superficie) para darle forma.
A partir del punto más alto, ya definido, el resto de la superficie posee una perspectiva, lo cuál, en el espacio bidimensional, significa que las parte más lejanas de la tabla, van a ir hasta el punto cero, que es el plano de la superficie de trabajo. De igual forma, los puntos más alejados de cada unos de los elementos del bodegón deberán fugar hacia ese mismo punto o plano cero, mientras conservan sus relaciones de relieve con los demás elementos.



Ya definido el primer elemento (lo puliremos hacia el final, junto con las otras figuras), pasamos a aquel que ocupa el segundo plano, es decir, el más cercano al espectador después de la arista de la tabla, que en nuestro caso se trata del cráneo.
En este punto, vemos que cada uno de los objetos que conforman el bodegón ocupa un plano en relación a los otros, pero además, todos ellos poseen diferentes alturas y planos en sí mismo. Así pues, para iniciar con la construcción del cráneo, debemos definir primero cuál es su punto más alto, el cual, debido a su posición en referencia a nosotros resulta ser el hueso cigomático, también llamado malar, que es el que forma el pómulo.
Siendo ese el punto más alto del cráneo, no puede sobresalir más que el punto más alto de la tabla base, que ya definimos como el elemento más cercano al espectador, y tampoco puede ser rebasada por ningún otro elemento que en el referente real esté ubicado más al fondo de este punto. Es así como conservamos las relaciones que se presentan en la realidad para plasmarlas en el relieve.




A partir de allí, vamos aplicando la arcilla, al tiempo que definimos las alturas, formas y relaciones presentes en el cráneo, así como el movimiento de cada una de ellas, es decir, las direcciones, y ondulaciones que presentan las lineas, volúmenes y superficies de la figura.


Después de definidas las formas básicas, podemos añadir algunos detalles importantes.


Luego del cráneo, seguimos con el cubo, que ocupa el tercer plano. El vértice superior de la arista delantera es el punto más alto de este objeto.
A continuación, iniciaremos con el elemento que ocupa el siguiente plano, que es la botella. Al igual que en los elementos anteriores, el primer paso es definir cuál es el punto más alto de la botella y a partir de ahí ir definiedo el resto dela fugira. Por supuesto, el punto más alto de la botella, en este caso, la base del hombro,  no puede sobrepasar el punto más alto del cubo, ni del cráneo, mucho menos el de la tabla sobre la que esta ubicado el bodegón.

Cuando ya tenemos definidos todos los elementos, respetando las interrealaciones y planos que ocupan, procedemos a plasmar los detalles de cada uno de ellos: grietas, etiquetas o adornos, que ayuden a imrpimirles más naturalidad y realismo.

Para finalizar, luego de haber pulido las imperfecciones o los daños causados por la manipulación de la superficie y haber enriquecido la figura con detalles, podemos aplicar una textura al fondo, para resaltar la composición:






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